El planeta se está calentando. La temperatura media de la superficie de la Tierra está aumentando, y aunque esto ya ha pasado con anterioridad más de una vez a lo largo de su historia de 4540 millones de años, este calentamiento actual es mucho más rápido que los ocurridos en otras épocas. La principal causa de este calentamiento (con más de un 95% de probabilidad) es la enorme cantidad de gases de efecto invernadero que los humanos llevamos liberando en la atmósfera desde la revolución industrial, resultado de la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo.

Los rayos solares atraviesan la atmósfera y calientan la Tierra. Parte de este calor es irradiado de vuelta al espacio, pero otra parte es retenida por la atmósfera terrestre debido a los gases de efecto invernadero que contiene de manera natural, principalmente vapor de agua, además de dióxido de carbono, óxido nitroso y metano. Estos gases actúan como una manta que cubre la Tierra y retiene calor, y gracias a ellos la temperatura de la superficie de nuestro planeta está dentro de los límites que hacen posible la vida.

Sin embargo, debido a la ingente cantidad de combustibles fósiles quemados en la actividad humana, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera no hace sino aumentar, en el caso del dióxido de carbono (CO₂) hemos incrementado su concentración natural en más de un tercio desde la revolución industrial, con lo que la temperatura media de la superficie de la Tierra es cada vez más alta.

• Olas de calor más largas e intensas, y más sequías.
• Aumento del nivel del mar debido a la fusión de los hielos continentales y a la expansión natural del agua del mar al aumentar su temperatura.
• Aumento en la frecuencia e intensidad de huracanes y tifones, debido al aumento de la temperatura del mar.
• Reducción o desaparición de la capa de nieve de las montañas, que constituye la fuente del agua potable y de riego en regiones de Asia y América.